• En México, alrededor de 29 millones de personas padecen dolor crónico; 4 de cada 10 pacientes no tienen atención o reciben tratamiento «alternativos”
• Este año, la IASP y las asociaciones de dolor en el mundo, centran sus esfuerzos en promover un enfoque multidisciplinario para el tratamiento del dolor
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) conmemoran el Día Mundial contra el Dolor, que se ha convertido en la causa más frecuente de consulta médica en el mundo. Cuando éste perdura más de tres meses se considera crónico y una enfermedad en sí misma que puede tener origen tanto en causas biológicas como psicológicas y sociales.
El dolor crónico afecta a entre el 27% y 42%de personas en Latinoamérica, sin embargo, a pesar de su alta prevalencia, su abordaje sigue siendo un reto para los sistemas de salud de nuestra región.
El estudio titulado «Medicina del dolor, paliativa y de soporte en el sistema de salud mexicano,» realizado por el Instituto Farmacéutico (INEFAM), revela que, en México, alrededor de 29 millones de personas padecen dolor crónico. Dentro de este grupo, el 41.5% tiene más de 50 años, y se observa una prevalencia significativamente mayor en mujeres, con un 48.3%, en comparación con los hombres, que representan un 33.6%.
La mayoría de los adultos que requieren cuidados paliativos y tratamiento para el dolor enfrentan enfermedades crónico-degenerativas con una distribución del 34% por cáncer, el 38.5% sufre de enfermedades cardiovasculares, el 10.3% padece enfermedades respiratorias crónicas, el 5.7% está afectado por el VIH/SIDA, mientras que un 6.9% enfrenta otras condiciones médicas.
De acuerdo con las estadísticas nacionales presentadas por INEFAM, de los 29 millones de mexicanos que requieren tratamiento para el dolor crónico, aproximadamente el 60% (equivalente a 17.4 millones) recibe algún tipo de atención médica. Sin embargo, de estos, 8.75 millones son tratados únicamente con paracetamol, diclofenaco y ketorolaco, medicamentos indicados para dolor agudo, de leve a moderado.
El estudio realizado por el INEFAM también resalta que alrededor del 20% (5.8 millones) de las personas que sufren de dolor crónico no reciben ningún tipo de atención o tratamiento, mientras que otro 20% (5.8 millones) recibe tratamientos «alternativos». Lo cual concluye que el 40% de los pacientes no cuentan con un tratamiento adecuado para el dolor crónico.
Desde una perspectiva médica, el Dr. Ángel Juárez, presidente de la Asociación Mexicana de Estudios en Tratamiento del Dolor (AMETD), destaca la importancia de alinear la política pública y la legislación con las necesidades de aquellos que padecen dolor crónico.
En sus palabras, «es crucial garantizar un acceso equitativo tanto a tratamientos curativos como a cuidados paliativos, y colaborar en la formación de nuevos médicos capaces de ofrecer una atención de alta calidad a todos los pacientes. El bienestar de los pacientes no debe no debe condicionarse a las limitaciones presupuestarias o burocráticas; debemos ver la medicina del dolor de soporte y paliativa como una inversión en la dignidad humana y el respeto a la vida».
El análisis de los resultados del exhorto realizado por el Consejo de Salubridad General (CSG) en México, presentado por Enrique Martínez, director general de INEFAM, destaca la apremiante necesidad de mejorar el acceso a los cuidados paliativos y tratamiento del dolor en el país.
Según el informe, de las 264 respuestas obtenidas, 190 unidades médicas ofrecen servicios de cuidados paliativos y tratamiento para el dolor crónico, se evidencia que la ubicación geográfica juega un papel crucial, ya que la Ciudad de México y el Estado de México lideran con el 24% y 12% de las clínicas, respectivamente. No obstante, en estados como Baja California Sur y Campeche, la infraestructura es insuficiente, con un solo consultorio, lo que dificulta la atención en zonas rurales.
Los hallazgos del exhorto del CSG subrayan la urgente necesidad de mejorar la infraestructura, aumentar los recursos humanos, acceso e insumos para una atención de calidad en todo el país.
Otro aspecto destacado en el estudio del INEFAM se centra en la compra pública de medicamentos. Se revela que de los aproximadamente 86 mil millones de pesos que el gobierno destina anualmente a la compra de medicamentos, solamente 4 mil millones de pesos se asignan al grupo terapéutico de dolor crónico y cuidados paliativos, resalta que, dentro de este grupo, el medicamento más adquirido en el sector público de México es el paracetamol.
El director de INEFAM, enfatiza que el desequilibrio en la inversión pública en fármacos subraya la necesidad de revisar y reforzar la asignación de recursos para abordar eficazmente el dolor crónico y mejorar la atención en cuidados paliativos en el país.
En general, hay menos de mil personas dedicadas a la atención en cuidados paliativos y dolor crónico entre las unidades médicas participantes. Solo la mitad de las unidades médicas realizan consultas 5 días a la semana, de las cuales el 70% cuenta con solo un consultorio. Además, un 33% de las unidades médicas no se cuenta con disponibilidad oportuna de opioides e insumos necesarios para el tratamiento adecuado.
Por su parte, el Dr. Marco Narváez, presidente de la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT), subraya que las personas que sufren de dolor crónico experimentan una disminución significativa en su calidad de vida, ya que los síntomas afectan diversos aspectos de su salud, incluyendo la ansiedad, los trastornos del sueño, la depresión y la funcionalidad física, cognitiva y laboral. Por tanto, abordar eficazmente este desafío requiere una aproximación multidisciplinaria.
En este sentido, la IASP declaró el 2023 como el Año para el Tratamiento Integral del Dolor, con el objetivo de promover una estrategia multidisciplinaria para su abordaje. Esta implica la integración coordinada de diversos enfoques para una evaluación temprana y un manejo personalizado que, se ha demostrado, es más efectivo en cuanto a mejora en la calidad de vida de los pacientes y uso de recursos.
“Las personas que experimentan un mal manejo de su dolor pasan mucho tiempo en el sistema de salud enfrentándose a múltiples referencias entre especialistas, tratamientos no adecuados, exámenes exhaustivos y hasta, a veces, innecesarios. Esto representa una gran carga económica, física y emocional. Necesitamos implementar una estrategia que abarque a distintas prácticas médicas y de la salud, en general que nos ofrezcan resultados reales en beneficio de los pacientes”, enfatizó el Dr. Narváez.
Por ello, el presidente de FEDELAT recalca la importancia de articular esfuerzos para ofrecer soluciones integrales, centradas en el paciente. “El dolor crónico es una enfermedad reconocida dentro de la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11). Resulta urgente implementar estos conceptos y adaptarlos a la realidad particular de nuestra región para asegurar la calidad de vida de las personas. Juntos, podemos cambiar la forma en que el dolor es evaluado y tratado en Latinoamérica”, finaliza.
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