Gane quien gane las elecciones para gobernar el Estado de México, la priista Alejandra del Moral o la morenista Delfina Gómez, tomará las riendas de la administración y el dinero público, lo que implica mantener el perfil de deuda de la entidad en términos positivos y requerirla solo para proyectos que dinamicen la economía.
Durante la actual administración de Alfredo del Mazo, que inició en 2017, el saldo de la deuda pública del gobierno mexiquense se incrementó en 17,175 millones de pesos (mdp), y al cierre del año pasado sumaba 53,542 mdp.
Mientras que la deuda de los municipios, de 2017 a 2022 decreció de 5,525 mdp a 4,981 mdp, refieren cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
“El Estado de México es la entidad más grande del país, entonces, sí se ve un monto considerable, pero si lo tomas en relación con su economía, el nivel de la deuda de la entidad está relativamente bien”, comentó a Expansión Kristobal Meléndez, especialista en finanzas públicas estatales.
El porcentaje de la deuda pública como proporción del PIB Estatal (PIBE) de esta entidad fue de 2.8%, poco encima del promedio de las entidades de 2.7% en el primer trimestre de 2022. El más bajo es Campeche, con 0.4%, y el más alto Quintana Roo, con 7%. Coahuila tuvo 4.7%, refiere información del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) en el periodo de referencia.
Información de Hacienda detalla que el monto de la deuda de la entidad representa 80% de los recursos que recibe del gobierno federal, bajo el concepto de participaciones. Sin embargo, si se suman otros ingresos de libre disposición, como los propios, el porcentaje se reduce a 36.4%.
Existe otro indicador que no significa una afectación, sino todo lo contrario: el de los financiamientos de corto plazo, que al cierre de 2022, fue de -2.3%, lo cual significa que la entidad “tiene mucha liquidez. No es nada representativa en comparación con el dinero que manejan, lo pueden pagar como si nada”, refiere el especialista.
De acuerdo con la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, los financiamientos a corto plazo deben quedar saldados tres meses antes de un cambio de administración, por lo que en los próximos reportes de la deuda de los estados se deberá observar una ligera en este tipo de financiamientos.
Con información de Expansión.
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