Dando una de sus mejores exhibiciones de la temporada, con una ofensiva implacable y una defensiva que sumó puntos, los Philadelphia Eagles se impusieron por 40-22 sobre los Kansas City Chiefs en el Super Bowl LIX, coronándose como los nuevos campeones de la NFL en el Superdome de Nueva Orleans y evitando así lo que las apuestas marcaban como el posible tricampeonato de Patrick Mahomes y Andy Reid.
El equipo de Nick Sirianni sorprendió por aire a la defensiva de Andy Reid y Steve Spagnuolo, maltrató a Patrick Mahomes con seis capturas y logró el segundo trofeo Vince Lombardi de su historia. El triunfo de las Águilas evitó que se presentará el primer tricampeonato consecutivo de un equipo en la NFL.
Los Jefes de Mahomes llegaron al Bayou con el sueño de un tricampeonato y salieron con un corazón hecho pedazos. Su verdugo fue precisamente el mismo equipo que evitó que Tom Brady lograra esa hazaña hace siete años; de hecho, el número 15 de los Chiefs pierde su segundo gran Juego por paliza y, como si la mística de Nueva Orleans lo hubiera afectado, ve aquellos fantasmas que tuvo ante TB12 hace cuatro años en Tampa.
Kansas City preparó su juego para frenar el poderoso ataque terrestre de Philadelphia, que apostó a una reinvención aérea y tomó por sorpresa a los de Missouri. La defensa de Vic Fangio mantuvo el ritmo demoledor de la temporada y demostró su valía.
La tasa de presión de Mahomes fue del 47.1%, superior a su porcentaje de pases completos (42.9%). Phiadelphia se encargó de limitarlo y sacarlo de una zona de confort para no darle ni una sola oportunidad de sumar y limitarlos a 23 yardas.

La segunda posesión las Águilas fue la buena y ensordeció el estadio con el gran pase de 27 yardas con Jahan Dotson, quien puso en bandeja de plata el tush push para Hurts, quien abrió el marcador.
Cuando Philadelphia estuvo cerca de duplicar la ventaja, Bryan Cook le dio una bocanada de aire fresco al interceptar un pase que quedó muy lejos de Brown. Sin embargo, la buena defensa de los Eagles secó a Mahomes y los Chiefs despejaron en sus tres primeras posesiones. Jake Elliott dejó atrás esa irregularidad y anotó un intento de 48 yardas que hizo un partido de dos posesiones.
Una lectura extraordinaria de Cooper DeJean le sirvió para anticiparse a DeAndre Hopkins, interceptar por primera vez en su carrera y devolver el ovoide 38 yardas hasta la zona prometida, con lo que celebró su cumpleaños de la mejor manera. Si las cosas no pudieron ser más difíciles, los Chiefs estuvieron encerrados en su zona y Mahomes fue interceptado por Zack Baun, dándole la oportunidad a Philly de dar otro golpe con una recepción de 12 yardas que significaron los 24 puntos sin respuesta.
Si alguien creía que vendría una reacción, la defensiva se encargó de apretar la yugular de los Chiefs y Hurts de capitalizar con un par de escapadas espectaculares y un pase de 22 yardas con Barkley para meter a los Eagles en zona roja y de donde Elliott sacó otro gol de campo.
Hurts entró en un estado de gracia, un arcoíris de 46 yardas terminó en el touchdown de DeVonta Smith que puso a los Eagles a 34 puntos.
La respuesta finalmente llegó en los últimos suspiros del tercer cuarto con una recepción de 24 yardas de Xavier Worthy… pero fallaron la conversión de dos puntos y Kansas City tuvo un par de anotaciones en último periodo solo para la estadística.
Elliott sumó seis puntos y Philadelphia cerró un cuento de hadas: Sirianni y Hurts se sacudieron las críticas a su alrededor, Brandon Graham dice adiós a lo grande y Saquon Barkley coronó la mejor actuación de temporada y Playoffs en la historia con el trofeo Vince Lombardi. La danza y celebración fue en confeti verde y plateado. Simplemente mágico.
Con información de Mediotiempo.com

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