Por Jorge Guerrero
Continuando con esta serie de artículos centrados en los Derechos de los Pacientes, los derechos de los trabajadores de la Salud , y la importancia de tener acceso a los servicios de salud y de la corresponsabilidad entre los pacientes y sus familiares, México con tristeza ostenta un título que no brinda honores, sino que enciende las alarmas a nivel mundial: lidera las estadísticas de sobrepeso y obesidad, tanto en población adulta como infantil, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este lamentable reconocimiento no solo señala una problemática estética, sino sobretodo una urgente e inmediata llamada a la conciencia colectiva.
Este escenario no es simplemente una estadística; es una realidad que impacta la salud individual y colectiva de la nación. El sobrepeso y la obesidad son factores determinantes en la aparición de enfermedades asociadas, como la diabetes y problemas cardiovasculares, síndrome metabólico entre otros. El peso de estas complicaciones no solo recae en los individuos, sino que también amenaza con colapsar cualquier sistema de salud.
Tomar conciencia de la gravedad de esta situación es crucial. No podemos permitirnos subestimar el impacto que estas condiciones tienen en la calidad de vida de las personas y en la sostenibilidad de los recursos médicos. La salud de México está en una encrucijada, y el camino a seguir dependerá de nuestra capacidad como sociedad para reconocer y abordar este desafío de manera integral.
El llamado a la acción no es solo para un sector específico; es para todos. Desde la familia que elige opciones alimenticias diarias hasta las autoridades que diseñan políticas de salud pública, cada decisión cuenta. La prevención se convierte en el bastión fundamental para revertir esta tendencia preocupante.
En un panorama donde el sistema de salud se enfrenta a presiones sin precedentes, la responsabilidad recae en la prevención. El futuro de la salud en México depende de la conciencia individual y colectiva que adoptemos hoy. La medicina del siglo XXI no solo se trata de tratar enfermedades; implica prevenirlas, promover estilos de vida saludables y forjar una sociedad decidida a combatir el sobrepeso y la obesidad.
En resumen, México enfrenta un desafío crítico en salud. Liderar las estadísticas de sobrepeso y obesidad no es solo una etiqueta, sino una llamada imperativa a cambiar nuestros hábitos y perspectivas. El cristal con el que observemos esta realidad determinará no solo el presente sino el futuro de la salud en nuestro país.
Porque, como bien diría Ramón de Campoamor, «Nada es verdad, nada es mentira, todo es de acuerdo al color con el cristal con que se mira«.
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