El superávit comercial de México: ¿Un problema para Trump?

Por: Gonzalo Manrique

En el mundo del comercio internacional, las cifras no mienten. Y las de 2024 nos dejan una historia fascinante: México registró un superávit comercial récord con Estados Unidos de 171,809 millones de dólares, un aumento del 12.7% respecto a 2023, según datos del Departamento de Comercio de EU. Esto ocurre mientras Donald Trump amenaza con aranceles y revisiones al T-MEC como si fuera un contrato de celular.

Pero, ¿qué hay detrás de este superávit? ¿Por qué, pese a las quejas de Trump, la balanza comercial sigue favoreciendo a México? La respuesta está en la integración económica, las dinámicas del mercado global y factores internos de EU que, por más aranceles que impongan, no se resuelven fácilmente.

El déficit de EU: Un problema que no es (solo) culpa de México

Estados Unidos tiene un déficit comercial total de 1.2 billones de dólares, un aumento del 14% respecto a 2023. México es el segundo país con el que EU tiene el mayor déficit, solo detrás de China (295,402 millones de dólares). Pero mientras el déficit con China ha bajado 15% desde 2016, el de México se ha multiplicado por 2.5. Trump «ganó» con China, pero con México no.

La razón es la profunda integración comercial. En la industria automotriz, por ejemplo, las autopartes se fabrican en México, se ensamblan en EU y se venden globalmente. Este flujo constante de bienes incrementa las importaciones desde México y, por ende, el déficit.

La competitividad de México: No solo son los salarios bajos

Uno de los principales factores del superávit es la competitividad mexicana. Los salarios más bajos ayudan, pero también lo hacen otros aspectos. Sectores como textiles y electrónica encuentran en México una opción rentable para producir y competir en el mercado global.

El T-MEC ha eliminado barreras y facilitado el comercio, permitiendo que los productos mexicanos lleguen a EU a precios accesibles. Esto beneficia a los consumidores estadounidenses, pero también agranda el déficit. En otras palabras, quieren productos baratos, pero luego se quejan de que les sale caro.

El consumo estadounidense: Compran como si no hubiera mañana

Otro factor clave es el alto consumo en EU. En 2024, importó bienes por 3.3 billones de dólares y exportó solo 2.1 billones. Esta brecha no se debe a que México sea un «villano comercial», sino a una combinación de bajo ahorro interno, alto consumo y un déficit fiscal que impulsa la demanda de bienes extranjeros.

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Aquí es donde los aranceles de Trump pierden sentido. La guerra comercial con China en 2018 demostró que los aranceles no reducen el déficit; solo lo redistribuyen. Cuando EU impuso aranceles a China, su déficit con ese país bajó, pero aumentó con México, Vietnam y otros socios. O sea, el problema no se resuelve, solo se mueve.

¿Qué sigue?

El superávit récord de México con EU confirma que la relación comercial es más compleja de lo que la retórica política sugiere. Aunque Trump insista en culpar a México, la realidad es que el déficit se debe a factores internos de EU, como su alto consumo y su dependencia de las cadenas globales.

Para México, este superávit es una oportunidad, pero también un reto. Es clave mantener una relación comercial estable con EU y estar preparados para posibles represalias arancelarias.

En cualquier caso, la integración económica entre México y EU es tan profunda que, por más que Trump lo intente, no se deshace con un par de aranceles. El superávit récord de 2024 es prueba de ello. Y, como dicen, «el que se enoja, pierde».