PROCESO.-El legendario rockero británico Paul McCartney regresó a México con su gira “The Got Back Tour”, brindando un extenso recorrido de rolas del mítico cuarteto de Liverpool, The Beatles, de su banda The Wings, y su producción como solista. Este jueves 16 repite concierto.
Seis años después de su última presentación, el miembro del Imperio Británico, Sir Paul McCartney, regresó a nuestro país y lo hizo con dos horas y media de alucinante espectáculo ante 60 mil fans en el inmueble de Iztacalco.
El Foro Sol quedó hipnotizado ante los primeros acordes de “Can’t Buy Me Love” y “Junior’s Farm”.
Saludó a su gente en conciso y entendible castellano:
“¡Buenas noches Ciudad de México! ¡Esta noche voy a tratar de hablar un poquito de español!”.
Los respetables correspondieron en ensordecedores gritos a los cánticos de “Letting Go”, expresándose nuevamente:
“¡Estoy feliz de estar aquí!”.
Acudió un público diverso generacional, desde los fieles coetáneos a la estrella nacida un 18 de junio de 1942 en Liverpool, a los más jóvenes que clamaron hasta desgañitarse.
La entrega fue absoluta en incesantes coreos que retumbaban desde la primera fila de afortunados (desembolsaron 12 mil 80 pesos) y hasta el último rincón (valorado en 680 pesos). El show valió la pena de principio a fin, admirando a la leyenda.
Fue un viaje en una máquina del tiempo, intercalando rolas de Wings, en su tiempo también conformada por su primera esposa ya fallecida, la fotógrafa neoyorquina Linda Eastman (1941-1998). A la par, seleccionó las memorables del cuartero integrado por McCartney, John Lennon (1940-1980), George Harrison (1943-2001) y Ringo Starr, quien recién or cierto anunció que visitará México con su All Starr Band el 5 de junio de 2024 en el Auditorio Nacional.
La “Beatlemanía” se observó en familias portando el tradicional traje del mítico Sargento Pimienta inventado por Paul. La buena vibra se extendió a lo largo de la velada.
La fanaticada quedó embelesada por el ensamble de músicos conformado por los guitarristas Rusty Anderson y Brian Ray, el tecladista Paul “Wix” Wickens y el bataco Abe Laboriel, Jr., aderezados por la triada de metales conocida como Hot City Horns.
El repertorio consideró “She’s a Woman”, “Got to Get You Into My Life” y “Come On to Me”, este último corte de sus recientes obras lanzada en 2018.
McCartney, mostró vitalismo a sus 81 años, derrochando energía y buen sentido del humor entre rola y rola. Ataviado de elegante traje negro, se despojó de su saco al rasgar “Let Me Roll it” y “Getting Better”.
Al piano tocó “Let ‘Em In” y “My Valentine”, dedicándosela a su actual pareja, Nancy Shevell, presumiendo que se encontraba presente entre el público.
La gala rockera detonó “Nineteen Hundred and Eighty-Five”. Visibilizado en las pantallas, sonriente el cantante reconoció:
“¡Son los mejores, son unos locos!”.
Sedujo “Love Me Do” al peculiar ritmo en la armónica, originalmente soplada en el primer disco de Los Beatles por Lennon. En mandolina resonó “Dance Tonight”. Elevándose en una plataforma sobrevoló “Blackbird” y ofrendó a Lennon “Here Today”. De vuelta al piano tecleó “New” y “Lady Madonna”.
El frenético público rugía a todo pulmón:
“¡Oeh, Oeh, Oeh, Sir Paul, Sir Paul!”
El concierto marchó sin pausas vía “You Never Give Me Your Money” y “Jet”. Así hablaba el buen Paul en gratitudes:
“¡Son a toda madre!”
Homenajeó a Harrison al son de “Something” rasgando el ukulele. Sin faltar, afinó “Ob-La-Di, Ob-La-Da”, delineando “Band on the Run”.
Atrajo las miradas “Get Back”, proyectándose mosaicos fotográficos del documental homónimo de los Beatles dirigido por el neozelandés Peter Jackson.
En un lienzo de luces de celulares hilaba luminosa “Let It Be”. Explosiva “Live and Let Die” en lengüetazos flamígeros y pirotecnia llevó al delirio multitudinario, y sin tegua de emociones, “Hey Jude”.
Ilusorio adiós y retornó instantáneo. En el colosal escenario Paul ondeó la bandera de México, acompañándose de sus músicos alzando la de Reino Unido y la multicolor Lgbt.
Obsequió a cierre de oro: “I’ve Got a Feeling”, viéndose un virtual John Lennon cantando la rola filmada durante el último recital de los Beatles, en la azotea de Apple Records (enero de 1969).
La celebridad británica demostraba bríos inagotables para “Birthday”, “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” y “Helter Skelter”. El final inexorable fue Golden Slumbers”, “Carry That Weight” y “The End”. El horizonte tuvo orrentes de pirotécnica y coloridos papelillos. Así se despidió Sir Paul:
“¡Nos vemos pronto!”.
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