La polémica por el contenido en los nuevos libros de texto de la Secretaría de Educación Pública (SEP) llegó a la sesión de la Comisión Permanente. Diputados y senadores de distintos partidos tuvieron diferencias de opinión sobre los libros.
El punto había sido retirado de la agenda política por decisión de la mayoría de Morena y sus aliados, pero la oposición persistió, llevó el tema al Pleno y comenzó la confrontación.
La senadora del PAN, Kenia López Rabadán, dijo que no era posible que el gobierno de Morena haya ocupado los recursos de los mexicanos para hacer libros “ideologizados”, no que hayan ocupado sus 30 millones de votos para “esta basura de libros”.
“Estos libros son libros tóxicos, le hacen daño a los niños. Estos libros son libros chafas, hechos por personas chafas, que quieren generar una niñez que no produzca, que no sea independiente, que dependa lastimosamente de un gobierno. Pero no se los vamos a permitir. Miren por si no lo saben hoy de cada 100 niños que entran a la primaria solamente 26 acaban una licenciatura. ¿Por qué no ocuparon su tiempo para hacer que los niños no dejen las escuelas?”, añadió Kenia López Rabadán.
A lo que Mónica Fernández, de Morena, le respondió que entendía que esto sea parte de las estrategias políticas y electoreras, cuando “se ansía” un cargo de elección popular, pero que en ese momento se estaba discutiendo otra: “Ya habrá un momento para todos los temas electoreros que quieran utilizar y en su caso pedirle por favor una moción de orden para abocarnos al tema».
Jorge Álvarez Maynez, diputado de MC, intervino diciendo que no hay debate más importante, que el de la educación, al subrayar diversos errores en los nuevos libros de texto como en la cronología de la vida de Benito Juárez, una imagen equivocada del sistema solar y lamentó la pretensión de “adoctrinamiento”. Pero tampoco le dio la razón a los panistas para “destruir” los libros.
«Es falso que haya que destruir los libros, que haya que regresarlos a las bodegas, que haya que quemarlos y lo que les preocupa pero no lo quieren decir más que sus errores pedagógicos ortográficos o gráficos es que en los libros viene la educación sexual, los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y los niños, que hablan de orientación sexual, de identidad sexual, que fortalecen la formación de nuestras niñas en nuestros niños en muchos de los temas más importantes para el futuro. Por eso no vamos a permitir que se destruyan o que se quemen. Hay que corregirlos, hay que revisarlos pero no hay que hacer a las niñas y a los niños de México botín político de partidos o de grupos de interés», indicó.
Mientras que los diputados de Morena acusaron a la oposición de pretender acabar con la educación pública y gratuita, entre ellos Alejandro Robles, quien les recordó la polémica por el llamado Cártel inmobiliario.
«Así como tenemos el cártel inmobiliario en esta ciudad, así como está el cartel de Genaro García Luna, así como está el cartel de las medicinas, también tenemos el cartel de los libros… Se hacen fraude entre ustedes. Ahí se andan pirateando las firmas. Las andan anulando. No tienen vergüenza. Son cochinos, hasta entre ustedes son sucios», reviró el diputado Alejandro Robles.
Desde el Grupo Plural acusaron que la nueva escuela mexicana se efectuó sin consultar realmente a la inmensa mayoría del magisterio, sin gradualidad, sin pruebas piloto, sin tiempo suficiente para su análisis y sin la capacitación adecuada:
«Estoy a favor de la nueva escuela estoy a favor de la nueva escuela mexicana pero Luis Hernández Navarro dice que los procedimientos se hicieron con las patas. Y yo prefiero estar del lado de Luis Hernández Navarro que, como dice Xóchitl (Gálvez) de las pendejadas de la 4T, así de claro: cuando la historia no es tragedia es farsa», dijo el senador Germán Martínez.
