Este acto de violencia se perpetró en el transcurso de una consulta a la comunidad estudiantil del plantel.
Ante el ingreso de los embozados, el personal activó protocolos de seguridad y solicitó el apoyo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.
Una vez que los policías y el personal del plantel controlaron la situación, los encapuchados fueron consignados al Ministerio Público correspondiente. Los sujetos reconocieron ante la autoridad ministerial que no eran estudiantes, sino porros.
El IPN no tolerará actos de grupos porriles, que -quebrantando la normatividad de nuestra institución- busquen alterar el orden con agresiones a alumnos, docentes y personal administrativo para obstaculizar las actividades académicas”, manifestó la institución educativa en un comunicado.