El jueves pasado se realizó un importante simulacro de sismo de magnitud 7.2 entre México y Estados Unidos, en la ciudad de Tijuana. Este ejercicio preventivo se llevó a cabo en respuesta a la posibilidad de un siniestro ocasionado por la temida falla de San Andrés, la cual representa una amenaza latente para ambos países.
Dicho simulacro buscaba poner a prueba los sistemas de alerta temprana y los mecanismos de respuesta ante un evento sísmico de gran magnitud. Participaron diversas instituciones gubernamentales, cuerpos de seguridad y organismos de protección civil de ambos países, quienes coordinaron sus esfuerzos para llevar a cabo esta importante actividad.
La finalidad de este simulacro fue evaluar la preparación y capacidad de respuesta de los ciudadanos y las autoridades ante un terremoto de estas características. Se realizaron evacuaciones de edificios y se activaron los protocolos de emergencia en escuelas, hospitales y otros lugares públicos. Además, se pusieron a prueba los sistemas de comunicación y se practicaron acciones como la búsqueda y rescate de personas atrapadas.
En resumen, el simulacro de sismo magnitud 7.2 entre México y Estados Unidos fue un ejercicio preventivo de gran envergadura que buscaba evaluar la capacidad de respuesta de ambos países ante un potencial desastre. Estas acciones fortalecen la preparación y colaboración entre las autoridades y la ciudadanía, con el objetivo de minimizar los riesgos y proteger la vida de las personas en caso de un evento sísmico.
Con la participación de 311 elementos del Ejército Mexicano, 60 bomberos y 10 agentes de Protección Civil Municipal, se realizaron diversos ejercicios de rescate.
Elementos del Ejército, que componen la fuerza en caso de desastres, se trasladarán a Estados Unidos este domingo para continuar con las actividades, acompañados de dos helicópteros.
Además de afectar la ciudad de Tijuana, la frontera también sufriría consecuencias. El simulacro de dicho sismo reveló una serie de problemáticas que requerirían respuestas rápidas y coordinadas de parte del Ejército, protección civil y bomberos de Tijuana.
El ejercicio de simulacro abarcó una variedad de situaciones críticas, incluyendo incendios, personas atrapadas en edificios colapsados y la posibilidad de un colapso generalizado de estructuras. El General Víctor Hugo Chávez, Comandante de la Fuerza Amiga 2023, destacó que el simulacro se inspira en la Falla de San Andrés y destaca la colaboración entre tropas locales y el Ejército Mexicano ante la magnitud de la situación.
En respuesta, el General Víctor Hugo Chávez delineó cinco escenarios de desastre: búsqueda y rescate de personas, manejo de derrames de sustancias peligrosas, establecimiento de puestos médicos de atención, extinción de incendios y operaciones de búsqueda y rescate con evacuación aeromédica. Estas acciones están diseñadas para abordar una amplia gama de emergencias que podrían surgir tras un sismo de esta magnitud.
Este ejercicio no se limitó a Tijuana; también se llevó a cabo en San Diego, California. El General Víctor Hugo Chávez explicó que la primera etapa del simulacro se realizó en Tijuana, involucrando a 160 elementos, y que se replicaron trabajos de la misma magnitud en los Estados Unidos.
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